Cuando se conduce un vehículo, es frecuente encontrarse con situaciones imprevistas, como pinchar una llanta debido a objetos afilados en la carretera. Sin embargo, esta situación también puede ocurrir si el neumático está desgastado o si no se presta atención al aire que lo mantiene inflado.
Afortunadamente, la tecnología integrada en los vehículos modernos puede facilitar esta tarea. Un ejemplo de ello es el Sistema de Monitoreo de Presión de Neumáticos (TPMS), diseñado para supervisar constantemente la presión de aire de cada neumático y alertar al conductor ante cualquier irregularidad.
Este sistema tiene como objetivo mejorar la seguridad en la conducción, asegurando que los conductores reciban notificaciones en tiempo real para evitar daños mayores en el vehículo y garantizar la seguridad vial.
Funcionamiento del TPMS El sistema de monitoreo de presión de neumáticos puede ser indirecto, utilizando los sensores del sistema antibloqueo de ruedas (ABS) para detectar una posible pérdida de presión, o directo, mediante sensores de presión instalados en cada neumático, que transmiten la información a la unidad de control a través de radiofrecuencia.
Señales de una llanta pinchada Reconocer los signos de un neumático pinchado, como la pérdida continua de presión, dirección difícil, desviación del vehículo o aumento del ruido al conducir, es fundamental. Estos indicadores requieren atención inmediata, incluso si el conductor no tiene acceso inmediato a ayuda en carretera.
Ante la sospecha de un neumático pinchado, es esencial activar las luces de emergencia, reducir la velocidad y estacionar en un lugar seguro para proceder al cambio del neumático, utilizando herramientas como el gato y los triángulos de emergencia.
El proceso de cambio incluye localizar un lugar seguro para detenerse, quitar el neumático dañado y reemplazarlo por uno de repuesto, siguiendo instrucciones específicas para garantizar la estabilidad y seguridad antes de continuar el viaje.
En caso de reparación, localizar la causa del pinchazo es el primer paso, y dependiendo de su ubicación y tamaño, puede requerir una reparación profesional con técnicas como mechas o parches.
La prevención es clave en estas situaciones. Reconocer signos de desgaste en los neumáticos y realizar mantenimientos periódicos pueden reducir significativamente el riesgo de incidentes en la carretera.
Presión recomendada de los neumáticos. Mantener una presión adecuada en los neumáticos es fundamental para un manejo seguro del vehículo y para reducir el riesgo de desgaste irregular o pinchazos. La presión recomendada varía según el vehículo y las condiciones de conducción, y se puede encontrar en el manual del propietario. Conducir con poca presión puede afectar la maniobrabilidad del vehículo y aumentar el riesgo de accidentes, mientras que una presión adecuada mejora la eficiencia del combustible y prolonga la vida útil de los neumáticos.